En interiores, donde pasamos la mayor parte del tiempo, la calidad del aire influye directamente en nuestra salud, confort y productividad. Unos niveles adecuados de CO2 y la ausencia de contaminantes en el interior contribuyen a crear un ambiente óptimo.
En el exterior, la calidad del aire puede variar en función de la contaminación atmosférica. Controlar el aire exterior con sensor de calidad del aire es crucial para prevenir los problemas respiratorios y adaptarse al cambio climático.
Los sensores Nexelec de calidad del aire pueden medir estos parámetros clave tanto en el interior como en el exterior de los edificios, proporcionando una imagen completa del entorno. Esto permite tomar medidas preventivas, mejorar la calidad de vida, reducir los costes energéticos y ayudar a preservar nuestro planeta.
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